lunes, 12 de octubre de 2015

El increíble caso de Carl Edon.

La historia del difunto Carl Edon es de aquellas que, a lo largo de la historia de la humanidad, será difícil encontrar explicación. Y es que este fallecido británico contaba tan solo con 22 años cuando murió tras ser apuñalado en una pelea, pero este es solo el intermezzo de su increíble historia.

LA HISTORIA DE CARL EDON Y HEINRICH RICHTER.


Carl Edon, un trabajador ferroviario que residía en Middlesbrough, relataba a sus padres desde muy pequeño unos recuerdos de una supuesta vida pasada. Él afirmaba que había sido Heinrich Richter, y que había combatido a bordo de un avión alemán en la Segunda Guerra Mundial. Estas palabras, con Carl en vida, fueron tomadas a modo de mofa por la mayoría de sus familiares.

En 1997 se cumplían dos años del asesinato de Carl, y muy cerca del lugar donde había fallecido el británico, se hallaron los restos de un bombardero Dornier de 1942, el cual se estrelló con un ferrocarril en el ataque aéreo en la batalla de Inglaterra. Y aquí comienza lo impresionante.

En el interior de dicho bombardero se hallaron los restos de... Sí, lo imagináis, Heinrich Richter, un artillero de 24 años condecorado con la Cruz de hierro en dos ocasiones. En seguida la prensa se hizo eco de esta historia, y tal fue el revuelo que los padres de Carl Edon, consternados, contemplaron la foto de Heinrich que les facilitó un historiador que localizó a su familia. La madre de Carl, sorprendida de una manera espeluznante, destacó el innegable parecido en la nariz y ojos de ambas personas.


Pero la historia no acaba ahí. Carl de pequeño les contaba a sus padres que en su vida anterior había perdido la pierna derecha, lugar donde se encontraba su marca de nacimiento. Y efectivamente, la pierna de Richter quedó atrapada en el accidente, quedando muy destrozada. 

Y no, tampoco acaba ahí. El día en que Carl fue asesinado, había pasado el día en la localidad inglesa de Skinningrove recogiendo vagones, y tras analizar la trayectoria del bombardero alemán, este había bombardeado Skinningrove, siguiendo la línea del tren para llegar hasta Middlesbrough. O lo que es lo mismo, ambos murieron tomando el mismo camino.

Esta coincidencia es solo una de las muchas que existen sobre la reencarnación humana. Compartiendo lugar de muerte y prácticamente edad, se convierte en una de las historias más famosas, pero claro, es imposible que una persona vuelva de la vida. O no.

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